Impermeabilización de zonas con humedades

Las zonas que más humedad suelen concentrar en casas y edificios son los áticos, sótanos y terrazas. Para poder eliminar estas incómodas manchas o devolver a nuestra pared o suelo la imagen de antes, deberemos detectar qué es lo que produce la humedad. El moho aparece cuando existe un alto grado de humedad en una habitación, por ejemplo, en un rincón constantemente mojado, en una cortina de baño o en las juntas. Si la mancha no es muy grande podremos hacerla desaparecer lavándola con un fungicida o también podemos usar agua y lejía para hacerla desaparecer frotando fuertemente sobre el moho. Pero si la humedad es provocada por algún tipo de filtración exterior o fuga deberemos bloquear su paso a la pared o suelo con algún tipo de material impermeable.

Peligros que nos pueden ocasionar las humedades en nuestro hogar: desconchados, moho, grietas, mal olor, acorte de la vida útil, fisuras en el hormigón, además de problemas de salud como problemas nasales, abatimiento o reacciones alérgicas.

Los impermeabilizantes son sustancias que detienen el agua, impidiendo que pase hacia las paredes, techos o suelos. Debemos saber seleccionar con cuidado el tipo de material impermeabilizante y/o aislamiento que necesitamos. Dependiendo del resultado que uno busque o de la superficie, encontraremos diferentes tipos de impermeabilizantes en el mercado:

- Impermeabilizaciones con material acrílico: de larga duración, resistente y no tóxico. Para aplicarse en frío directamente sobre la superficie con brocha, rodillo, cepillo o equipo de aire.
- Impermeabilizaciones con poliuretano son óptimos para grandes obras al reducir el coste a largo plazo por mantenimiento. Se proyecta una capa de espuma en la superficie que aislará de la humedad y del frío.

Sistemas de impermeabilización:
- Sistemas de aplicación en frío. Para todo tipo de superficies. Se aplican directamente desde el envase y se mantiene elástico a cuelquier temperatura. Pueden ser emulsiones asfálticas o cementos plásticos.
- Sistemas de aplicación en caliente. Se combina con mantos, fieltros o telas fibrosas para mayor resistencia. Para aplicarlas deben calentarse a temperaturas de entre 180-200 grados. No deben quedar expuestos a las inclemencias del tiempo, por lo que se deberá acabar con materiales arcillosos o cerámicos.
- Manto asfáltico. De gran flexibilidad y durabilidad, está compuesto por un refuerzo de fibra de vidrio que le confiere mayor resistencia. Imprimación de una base solvente, colocación del manto y acabado final.